miércoles, 26 de diciembre de 2012

PARECE QUE FUE AYER ( 16 )


Hoy, ya hace algunos años, (semana santa) estábamos en completa concentración, haciendo el equipaje, para enfrentar uno de nuestros mas difíciles senderos; iniciaríamos la caminata al día siguiente, y era necesario acomodar todo  lo que llevaríamos: mochila, donde iba el abastecimiento individual suficiente para 4 días - cama de dormir - carpa individual o para tres personas, herramientas: una pala, y  un pico pequeño. total aproximadamente 20 o 25 kilos por persona, claro haríamos un campamento base y ahí dejaríamos el equipo.

La salida en primer término sería hoy, 50 kilómetros en camionetas, para llegar al anochecer al lugar de donde iniciaríamos la caminata. así  las cosas, todo listo, empezamos a abordar los vehículos, con el entusiasmo propio de nuestra juventud, aun cuando debo mencionar también iban 6 menos de edad entre 8 y 16 años, al cuidado de sus padres, miembros del grupo.

Llegamos al punto de partida sin incidentes, casi para oscurecer, hicimos un tendido (una lona abajo, y cobijas en la parte de arriba), todos juntos, ciertamente nadie iba a dormir, entre la algavaría del grupo, y la euforia de los mas chicos.

Al día siguiente llegaron los guías con las bestias de carga, para llevar lo mas pesado, quedando en nosotros algo de comida para el viaje, cantimploras para el agua y la indispensable herramienta, lo de más a lomos de las bestias .

Iniciamos el senderismo, nos esperaba el descenso y ascenso de 7 quebradas, tiempo estimado sin descansar,  12  horas, cabe mencionar que los pequeños fueron acomodados en las bestias, pues estaba claro no aguantarían lo pesado del sendero.

Uno de los guías tomó la delantera y detrás de él lo seguimos los demás, al último 2 guías mas con las bestias, eso era todo un safari, no creen?, Al iniciar el recorrido la vegetación empezó a tener variantes primero un bosque tupido de pinos muy altos y toda clase de árboles propios de esas altitudes, a medida que avanzábamos, unos se empezaron a rezagar, los menos preparados sin duda , yo con grandes esfuerzos me quedé en el grupo de cabeza (15 miembros), incluido el guía.

Así las cosas el tiempo pasó y llegamos a la primer quebrada, se trataba de una hondonada, con bajada muy empinada y resbaladiza, que serpenteaba por un sin numero de grandes piedras, llegamos a la parte baja, pasamos un pequeño arroyuelo, y emprendimos el ascenso, éste como imaginarán estaba muy pesado, pero olvidaba mencionar otro artefacto que portábamos cada uno, un bambú largo, cómo pértiga, que nos servía para detenernos al bajar, como apoyarnos al subir, eso facilitaba  el ascenso, al voltear hacia abajo, pudimos distinguir lo largo de la columna de nuestro equipo, que tiempos aquellos.

Casi sin percances, pasamos las 7 quebradas, bueno cabe mencionar, los resbalones que sufrimos varios integrantes, con solo raspones seguimos adelante.

Al llegar al lugar donde pernoctaríamos, después de una caminata de 12 horas sin parar, yo les menciono me sentía tan cansado que tal pareciera me encontraba ebrio, pues caminaba de un lado para otro sin poder equilibrar el paso, nos congregamos en un pequeño poblado de algunas casas, para dormir ésa noche, y al día siguiente iniciar la última bajada para llegar al río, como de 30 metros de ancho, muy profundo.

En esta ocasión si dormimos todos, por el cansancio....a la mañana siguiente nos preparamos para bajar, éste camino estaba totalmente empinado, sería muy difícil bajar, sin correr el riesgo de resbalar, en cuyo caso podría ser de fatales consecuencias, nos advirtió el guía, pisen con mucho cuidado, cabe mencionar que las bestias si podía bajar por ahí, lo único favorable era que el camino serpenteaba,. Abajo se divisaba el río, entre los matorrales, aquí ya no existía el bosque, las plantas eran bajas, y el clima?, bueno demasiado caluroso...

Llegamos al río a 1/2 día, total un día y medio para llegar, tendríamos un día libre, y luego reiniciar el regreso; hicimos el campamento cerca de unas grandes piedras, para resguardarnos del viento helado, e iniciamos la exploración, para ver posibilidades arqueológicas  varias cuevas con posibilidades, y una subida empinada hacia una meseta que prometía, según los materiales encontrados abajo, subimos a una cueva que no estaba muy lejos y que creen?, encontramos una pintura extraordinaria en una de las paredes, se trataba de un indio montando un caballo, el indio con un tocado de plumas muy vistoso, se dice que en tiempos remotos los indios americanos tenían sus territorios muy amplios, por ejemplo los apaches, su territorio se estimaba en un  millón de kilómetros, pero la realidad es difícil de conocerla, es ese tiempo fue antes de los españoles. , fue tal la impresión que recibimos que nos dimos por satisfechos en ésta primer explotación.

Al día siguiente, a la orilla opuesta del río que cruzamos por un puente colgante; encontramos muchos cimientos prehistóricos, y pedacería de hachas de piedra, algunas puntas de flecha rotas, todo sobre la superficie; al escarbar algunos cimientos, encontramos hachas de piedra completas y de diferentes tamaños, así como puntas de flecha de formas y tamaños variables. Y saben_?, valió las pena el esfuerzo para llegar aquí. regresamos al campamento a descansar y los guías se dedicaron a pescar camarón de río, por cierto muy sabrosos. Descansamos y armamos las tiendas de campaña y al calor de las hogueras entonamos algunas canciones con voz de aficionados,,vaya¡....

Al despertar de madrugada recogimos el campamento, mientras algunos preparaban el desayuno, que tomamos de prisa, se trataba de iniciar el ascenso sin que saliera el sol, al menos para el primer tramo, pues el calor es agobiante y dificulta la subida, salimos los 15 compañeros, atrás se quedaron los guías con las bestias ya casi sin carga, para que las montaran los mas cansados y que no podrían subir.

Ciertamente si la bajada fue agotadora, imagínense la subida agobiante, pesada, pero ahí veníamos uno tras otro, tratando de llegar a la primer subida, al fin lo logramos, y continuamos la caminata ya sin detenernos, como ya teníamos idea de donde estábamos, acortamos terreno por senderos mas quebrados pero mas rápidos, al llegar a un poblado, pedimos a los lugareños, nos vendieran algo de comer, pero nos lo negaron al decirnos que no tenían, y nosotros con hambre,,seguimos mas rápido, al fin llegamos al lugar donde teníamos los vehículos, totalmente agotados, pero contentos,,esperamos la llegada de los demás, acostados y dormitando. al caer la tarde fueron llegando los compañeros, cargamos los vehículos y emprendimos el regreso.

domingo, 16 de diciembre de 2012

PARECE QUE FUE AYER ( 15 )



Hola, amigas y amigos,,,haciendo un paréntesis en el espacio y tiempo, en ésta ocasión adelanto algunos años a mis vivencias; para situarnos en el presente, que me parece extraordinario el proyecto y construcción de la super carretera entre el Estado de Durango y Estado de Sinaloa, en México.

Al salir en busca del puente sobre el Río BALUARTE, nos damos cuenta, del esfuerzo entre Ingenieros y Trabajadores, para dar forma a cada paso que se requiere para el trazado de ésta vía de comunicación.

Existen un sinfín de barrancos, quebradas y cerros, que hay que ir dando forma, para permitir el paso de ésta obra, el camino va surgiendo con la técnica novedosa en nuestro país.

El punto mas importante sin menoscabar el resto del trayecto, lo constituye la construcción del puente sobre el Río, Baluarte; para llegar ése punto fue necesario construir 23 túneles, para salvar los cerros que iban surgiendo, así mismo barrancos en los que se tuvieron que construir puentes.

Al llegar al Baluarte nos damos cuenta que es un espacio de 520 metros de largo  por 400 metros de altura,
no miento al decirles que es imponente, se siente al cruzarle a pie, pues aún no está permitido hacerlo a bordo de vehículos; una sensación de temor al vacío., y a la vez una reverencia hacia la Naturaleza, que permitió hacer ésta obra.

Al final del vídeo verán éste puente, y antes los lugares por donde  está pasando ésta carretera.