Es indudable como la memoria es capaz de absorber toda la información de la existencia del ser humano.
Recuerdo que ya en mi juventud, tenía varios amigos y amigas, que acostumbrábamos salir a caminar, por diferentes lugares no muy alejados de nuestra ciudad; lo hacíamos con el propósito de recolectar fresas silvestres, cuando la temporada de éstos frutos estaba en su punto de madures, así mismo recolectábamos hongos comestibles.
Todo era alegría, corríamos, saltábamos, algunos tomábamos a las chicas de nuestro agrado, de las manos, ya con la idea de apartarnos de los demás.
Así las cosas en una ocasión especial, a una de nuestras amigas no le daban permiso por la mañana, porque al final del día, tenía que trasladarse a otra ciudad donde ella vivía, obtenido el permiso y con la promesa de regresarla a tiempo para tu partida, salimos con rumbo al bosque.
Sin sentirlo dado el entusiasmo, transcurrió la mayor parte del día, y llegado el momento de regresar, nadie tenía aún ganas de hacerlo; me ofrecí voluntario para regresar a nuestra amiga para que llegara a tiempo para su partida.
Saben?, no lo hice por un afán de cumplir, sino por tener la oportunidad de estar a solas con ella, platicar mas íntimamente; transcurrió el tiempo y seguimos caminando tomados de la mano, pero nos dimos cuenta que caminábamos y no llegábamos al lugar por donde saldríamos del bosque, francamente perderse en el bosque es desesperante, yo me olvidé totalmente de la oportunidad que tenía de estar a solas con aquella chica, sólo deseaba poder encontrar la salida; de nada sirvió la intención al paso del tiempo me norteaba mas y mas.....
Después de un tiempo interminable, nos encontramos a un hombre a caballo, al cual yo conocía, y preguntándole por donde podíamos salir del bosque, el nos indicó que íbamos al revés, es decir nos estábamos adentrando mas al bosque; con amabilidad nos indicó el lugar por el cual podíamos regresar y en consecuencia salir del bosque, gracias a él pudimos regresar sanos y salvos, claro con una buena regañada de parte de los padres de ella, pues no llegamos a tiempo para su partida...
Algunos días después los amigos hacían burla de mi desorientación y según ellos conveniencia de aquella
pérdida dentro del bosque; de nada sirvió indicarles mi inocencia al respecto; saben?, después aprendí a orientarme dentro del bosque.......